¿Cuáles son algunos de los verdugos más temibles de la historia? Te damos a conocer los casos verdaderos de cuatro de ellos.
Hubo un tiempo en que Europa fue testigo de una enorme cantidad de ejecuciones públicas donde se ahorcaba, degollaba o quemaba a personas calificadas de indeseables. El fin de estos personajes era escandaloso y obviamente sangriento. Un baño de sangre y entretenimiento para el público que asistía a contemplar los hechos. ¿Pero qué hay de las historias de aquellos personajes encapuchados que se encargaban precisamente de estas ejecuciones? ¿Cuáles son algunos de los verdugos más temibles de la historia?
Así era la controvertida, siniestra y (a veces) triste vida de un verdugo
Franz Schmidt (1555-1634)
Franz Schmidt fue el temible verdugo oficial de Baviera entre 1573 y 1617. Sin embargo eso no es lo más recordado de este personaje, sino el diario que escribió. En sus páginas se tiene un registro de los cientos de personas a las que mató, mutiló, desfiguró y torturó legalmente a lo largo de su vida.
Lo curioso de su historia es que su padre también fue verdugo, un puesto que heredó a su hijo cuando éste tenía tan solo 18 años. La primera anotación en el diario de Schmidt dice:
“5 de junio de 1573. Leonardt Russ de Ceyern, ladrón. Ejecutado con la soga en la ciudad de Steinach. Fue mi primera ejecución”.
En octubre de 1589 registró una entrada en extremo explícita:
“Por este motivo, fue conducido en un carro hasta aquí, su cuerpo fue mordido tres veces con tenazas al rojo vivo [una forma educada de describir el desgarro de la carne], después ejecutado con la rueda, dos de sus extremidades destrozadas primero con ella y finalmente expuestas en ella”.
Jan Mydlář (“El Castigador de Praga”) (1572-1664)
Jan Mydlář, conocido como el “Maestro Verdugo de Praga” o el “Castigador de Praga”, es uno de los verdugos más temibles de la historia. Según la leyenda, cuando era un joven estudiante de medicina se enamoró de una mujer que fue condenada a muerte. Entonces se convirtió en verdugo para vengar de manera simbólica a su amada.
Uno de los momentos más famosos en la vida de este personaje ocurrió el 21 de junio de 1621. Ese día, el pueblo de Praga se reunió en la famosa plaza de la Ciudad Vieja para presenciar la ejecución de 27 líderes rebeldes bohemios.
Algunos fueron colgados, mientras que otros fueron decapitados con una espada. A uno le cortaron la lengua antes de decapitarlo, y a otros les cortaron las manos.
El verdugo de ellos no fue otro más que Jan Mydlář.
El Oxford English Dictionary o el Collins Dictionary define a “Jack Ketch” como el “nombre genérico de un verdugo”. Sin embargo, hay registros de que fue un personaje histórico real, aunque su vida es un misterio.
Se cree que John “Jack” Ketch procedía de Irlanda. Una de las ejecuciones más sangrientas cometidas por este personaje fue la del político William Russell (1639-1683). Se dice que el momento fue tan atroz que Ketch se disculpó de manera pública a través de un panfleto.
Pero quizá la cabeza más famosa que decapitó fue la de James Scott, primer duque de Monmouth (1649-1685), el mismo líder de la fracasada rebelión de Monmouth, el 15 de julio de 1685. Se dice que al momento de la ejecución, fueron necesarios varios golpes de hacha hasta separar la cabeza del duque.
Incluso se habla de que este personaje alcanzó a ponerse de pie con la cabeza apenas sujeta al cuello, ante el horror de la audiencia, antes de morir.
Eduardo Gallo, el padre mexicano que buscó y capturó al asesino de su hija
Giovanni Battista Bugatti (1779-1869)
Nacido en Ancona, en la costa adriática italiana, Bugatti se convirtió a los 17 años en verdugo oficial. Desempeñó este macabro oficio hasta que fue jubilado por el Papa a la edad de 85 años.
Bugatti se hizo famoso por emplear un mazo para ejecutar a sus víctimas. Los romanos lo llamaban mazzatello, descrito por un autor como “uno de los métodos de ejecución más brutales jamás concebidos”.
El verdugo hacía girar en círculos este mazo para tomar impulso, antes de descargarlo sobre la cabeza del desafortunado delincuente. Si este golpe no lo mataba del todo, se le cortaba el cuello.
Mastro Titta, como apodan a Bugatti, sigue siendo un personaje muy conocido en Italia, que aparece en obras de teatro y películas, y es el “Hombre del Saco” o “Coco” de los cuentos para dormir de las madres italianas.
En su libro de viajes Imágenes de Italia, de 1846, Charles Dickens describe cómo una mañana de marzo de 1845 asistió entre la multitud a la decapitación pública de un joven a manos de Bugatti.