La Generación Romántica del 98 Por Sergio Ávila R.

Estimados lectores, el presente escrito no trata sobre esa  inmortal Generación del 98 española iniciada por Baroja, Azorín y Maeztu, sino de la escasamente conocida Generación del 98 moreliana, integrada por un grupo de jóvenes en su mayoría “nicolaitas”, como se les decía entonces a los estudiantes del colegio de San Nicolás. Eran un puñado de admiradores de la poesía romántica, especialmente influenciados por aquel ferviente enamorado de la bella Rosario de la Peña, o sea, el estudiante de medicina Manuel Acuña.

Debo decir que, Alfredo Maillefert (1889-1941) estuvo emparentado con el iniciador del Modernismo mexicano, Manuel Gutiérrez Nájera, y que nació en Taretan, Michoacán, falleciendo en la ciudad de México. Escribió su mejor libro, Laudanza de Michoacán, y un volumen de crítica literaria, Los libros que leí (1942). También de su autoría son Ancla en el tiempo, Una historia que contar y, Velero romántico, que precisamente en el capítulo VII de esta última de sus obras nos narra la historia de tal Generación.

En Morelia, estos nacientes poetas rentaban una de las celdas del ya en desuso convento de los Agustinos, donde realizaban sus sesiones y tertulias, ubicado junto a la iglesia de San Agustín de Hipona. Sabido es que a causa de las Leyes de Reforma tal edificio fue arrebatado al Clero y vendido a particulares. El autor de Velero romántico nos platica que fue a partir de los años 1898 ó 1900, cuando el grupito de jóvenes soñadores empezó a reunirse, especialmente durante las noches de luna, contemplando a través de la única ventana del recinto de la planta alta, los plateados fulgores iluminando parte del sur de la ciudad.

En esta celda también estuvo instalada la redacción de El correo michoacano, uno de los semanarios fundados por el grupo, que antes habían editado El bohemio y Crisantema.

Y añade Maillefert: “Ya hacía tiempo que había alboreado el modernismo en las ciudades de Hispanoamérica, pero acá, en Morelia, todavía alumbraba la pálida Selene y todavía estaban quebrándose sobre sus casas las últimas olas del mar romántico”.

Estos últimos románticos de Morelia fueron, entre otros: Luis Murguía Guillén, Alfonso Aranda y Contreras, José Ortiz Rico, Francisco de S. Menocal, Donato Arenas  López, José Ortiz Vidales, Alfredo Iturbide y Fidel Silva. Este último escribió lo siguiente: “Aquí se recibía a los bohemios que de fuera venían a visitarnos. Así fue como conocí a Benjamín Arredondo, quien una bella tarde nos recitó ‘Melancolía’, ‘Helado amor’ y parte de su ‘Poema negro’, que la muerte no le dejó publicar”.

El penúltimo de los nombrados, Alfredo Iturbide, compuso “Adoración”,  poema de acendrada inspiración romántica:

Todo por ti la tempestad rugía,

y en medio el oleaje vacilaba;

mas pronto apareciste, amada mía,

¡feliz quien encontró lo que soñaba!

Deja que el mundo me condene a gritos,

hay muchas flores que el turbión deshoja,

mas contigo y mis sueños infinitos

¿qué me importan el mundo y mi congoja?

Tu mano salvadora, que en mis noches

llenas de amor, y luz, y poesía,

he quemado entre halagos y reproches

con mis besos de fuego ¡vida mía!

Es forzoso pensar en que me quieres,

mas mi razón obscura ya no alcanza

a creer tanta dicha… si te mueres

¿qué haré sin ti, mi última esperanza?

Deja que nos insulten los blasfemos

y busca fe en mi corazón de lumbre.

Apóyate en mi brazo. Ven, tenemos

que descansar triunfantes en la cumbre.

Y así, en incontables y plácidas noches de bohemia peregrinaron varios años y, algunos de tales poetas, de manera simbólica o realmente –como don Quijote- “volvieron a su aldea”. Y ya en cada una de ellas, continúa Maillefert, murieron jóvenes o se sobrevivieron aislados, envejecidos.

Otros fueron hasta lo último. “Así el jefe del grupo, Donato Arenas López que el 19 de octubre de 1906, apuró ‘el último cáliz’, y así Alfredo Iturbide [autor del poema] que, pisando apenas el umbral de sus veinticinco años, se dio un tiro en el pecho”.

Concluyendo, en reconocimiento a este gran escritor existe el colegio Alfredo Maillefert, que es una escuela de preescolar situada en la localidad de Belisario Domínguez, donde se imparte educación básica [preescolar general], y en  Morelia existe la calzada Alfredo Maillefert, llamada también Calzada de los Poetas, es una vialidad peatonal y cultural que existe en la parte oriente de la manzana que en conjunto ocupan el Centro de Convenciones y Exposiciones, el Teatro Morelos, el Orquidario, el Planetario Lic. Felipe Rivera y la Biblioteca Pública Gral. Francisco J. Múgica; que dicho sea de paso, este militar fue un admirable e incorruptible Jefe Político y de las Armas, en el entonces Territorio de Baja California Sur durante los años 1940 a 1946.

FUENTE

Maillefert, Alfredo. Velero romántico, FCE, México, 1967, 140 pp.

 

Ahora! Luis M. Dibene Geraldo./14 08 21/ (La historia de un trabajador “todólogo”; don Marcos)

                          A H O R A!
                 Luis M. Dibene Geraldo
* NO ES CURRÍCULUM, NI SEMBLANZA, NI CUENTO, ES SÓLO LA HISTORIA DE UN HOMBRE DE TRABAJO, PERO UN TRABAJADOR “TODÓLOGO”, DIVERSO Y DE RESPETO: DON MARCOS
        Hacía buen tiempo que no desarrollaba un tema puramente social, humano, temas que mucho me ha gustado elaborar y por ende he ido publicando en su momento en diversos medios donde he colaborado y colaboro, también en mi propio medio digital por supuesto; así pues le diré que hice relatos, por ejemplo, de un voceador, un hombre bien mayor que todos los días se sentaba en la esquina de la Bravo y Ramírez a vender sus periódicos, (ya no, de pronto se nos perdió, no volvió), esa fue una historia breve pues él no quería que saliera su nombre y su origen militar-se retiró como cabo-, y menos los de sus hijos (pues eran ya, me dijo, uno, coronel piloto aviador del ejército y el otro, médico militar,) etc. y así respetando su petición hice un breve relato de sólo “irme dando a entender”. Bien, el otro ejemplito es el de un señor que vendía afuera del mercado Bravo “tablones para cortar carne”, “recogedores” de lámina de medios tambos, etc., caminaba con dificultad con cuatripie, y en este relato sí pude extenderme lo suficiente; y así varios más…Pero en esta ocasión me extenderé lo necesario-aunque resumiendo pasajes-porque consideré que vale la pena dar a conocer la historia personal de un individuo común y corriente pero de valía, que actualmente es auxiliar en trabajos domésticos, como los de nuestra casa; no es pues ni un gran político, ni empresario, ni ministro religioso, ni académico, en fin…

Me refiero a “don Marcos”, (que así le llaman en casa, yo le digo a veces Marcos y en otras don…por confianza); sin embargo al ir conociendo buena parte de sus perfiles laborales y su conducta, tanto con nosotros como en la parte de la sociedad donde se mueve, advertí y confirmé con el paso del tiempo (tiene 7 años que trabajando con nosotros cada tercer día de la semana) que es un hombre bueno, cabal, muy familiar, de cierta nobleza humana, y con iniciativa para realizar sus trabajos con demostrada capacidad, que sin ser un especialista los saca adelante o los lleva con sus compas, ya sean de mecánica, carpintería, herrería, etc. “pues ellos tienen talleres, yo no”, me decía…Y es que usted es un “todólogo” le dije un día, no politólogo eh?; ¿por qué?, me dice; porque usted sabe de todo Marcos; y parece que esto le gustó pues a veces cuando le digo, “puede conectarme este cable eléctrico don Marcos?”; claro que sí, me contesta, ya ve que soy “un politólogo” como usted dijo…, o este otro cuando le digo, Marcos, con estos calores se hincha el marco de fierro de la puerta de entrada, ¿tiene arreglo, cómo la ve?; Yo creo que sí profe, me dice, mañana voy a traer un mazo y va a ver…Y sí, listo quedó, en fin…
* ASI ENTONCES VEAMOS ALGO MÁS DE LOS PERFILES Y ORÍGENES, EJEMPLOS, DE DON MARCOS.
El caso es que uno de estos días pandémicos del 2021 platicando en el patio-jardín de la casa con él, “don Marcos”, (que por esto lo ocupamos por cierto, por recomendación familiar a mi esposa de que él sabía de jardinería y era una persona de bien). Al decirle de sus oficios diversos y bien hechos como los que aquí nos ha demostrado, me enumera algunos otros además de los que ya escribí líneas arriba.

El caso es que al interesarme su historia personal-ya explicada- le propuse que me platicara un poco más de ésta porque la iba a publicar, si no tiene inconveniente, y accedió. Y es que, para mí, es buen ejemplo de trabajador, humano, este especial señor, pues ya de confianza familiar-por razones que comenté- añado de sus actitudes en su respetuosa forma de ser, de mostrar siempre disposición para hacer los trabajos con responsabilidad y amable cumplimiento. Así pues, don Marcos me proporcionó más información de sus datos personales y sus perfiles porque, aunque sé muy bien que hay otros muchos trabajadores con capacidades y cumplidores-de mis respetos también-sin embargo, como todo en la vida, cada quién tiene sus características (sin meterme en los profesionales, en la política, en lo comercial, etc. que eso no es el caso, eso es otra cosa).
* Y ASI SE FUE LLENDO LA CONVERSACIÓN; AÑADO AHORA ESTOS OTROS DATOS PERSONALES…
Me dice don Marcos lo siguiente…Que nació en La Paz y su nombre de pila es Marco Antonio Rosas, que por razones familiares se crio en Santiago B.C.S. hasta los 9 años cuando su familia vuelve a La Paz hace 67 años, aquí estudió primaria y secundaria. De ahí por razones económicas trabajé-me sigue contando-en Cd. Constitución de auxiliar de un contador, su jefe, que de ahí tuvo voluntad, necesidad, de ir aprendiendo varios oficios; por eso, profe, he sido desde leñador y palmero (esto desde muy joven, casi niño), carpintero, (no experto, pero sí lo suficiente); he trabajado en pesca algunos años…que además de los que anotó en un principio le puedo decir estos otros, que aunque no soy especialista, en lo general sé hacerlos me dice Marcos; mire, también sé pegar vitropisos y azulejos, panadería y albañil lo suficiente. *En otros trabajos, fui también ayudante militar, chofer de un dompe del ejército (3 años en el 14 batallón en La Paz), me retiré de cabo por cierto.

Por otra parte quiero decirle profe, que participé en la tragedia del ciclón Liza, en “salvamento humano”; ah, también me gustó participar en la política en varias campañas de esos tiempos, de las cuales recuerdo muchas anécdotas que después se las cuento, yo sé que a usted le gustan esos temas políticos… * En cuanto a tu familia Marcos, nos puedes comentar algo?. Sí, enviudé y actualmente estoy casado con la Sra. Josefina Cosío con quien tengo 4 hijos; tengo familiares en Santiago, Miraflores y varios más de por ahí, que voy a saludarlos a veces. (Por cierto que cuando va Marcos “pal’ sur” siempre le encargo que me corte un par de bolsas de “lomboy rojo” que tomo hace varios años y me sirve), me los trae y le pago.

¿Y sabe qué me estaba faltando muy importante profe?, me dice; que también soy músico; (yo ya sabía y se me pasó). ¿Y qué instrumentos toca Marcos?; prefiero guitarra y requinto, actualmente estoy en un conjunto ranchero que se llama “Los compas del cerro”, que salimos sólo los fines de semana, ahora no tanto por la pandemia, pero a veces…Cuando se le ofrezca, ya sabe…Órale. Ahora!

 

 

 

Cuando la creatividad es una forma personal de afrontar traumas [fragmento] Compilación de Sergio Ávila R. Por Blas Ramón Rodríguez

En 1970, la canción Let it be, compuesta por Paul McCartney y lanzada como cara A de un sencillo fonográfico, alcanzó fama universal; con la efervescencia con que alcanzan la notoriedad popular pocas expresiones del talento humano, con la perseverancia emocional con que se instalan en nuestro recuerdo algunas canciones. 51 años después, Let it be sigue siendo una de ellas. The Beatles, bajo la firma de Lennon y McCartney o Harrison, registró algunas otras que también alcanzaron ese olimpo de melodías de ayer y de hoy que se vuelven perennes en la memoria.

Pero no vengo a hablarles de The Beatles, aunque el título y estos párrafos iniciales, los pudiera llevar a suponerlo. Suponer, anticipar es algo que con frecuencia hacemos los humanos, es muy nuestro, un hábito que a veces nos lleva hasta la ansiedad. Suponer tiene su lógica y también está lleno de riesgos. Como tendemos a hacer suposiciones de casi todo en la vida, acaba por ocurrir que algunos de nuestros criterios y de nuestras decisiones están más fundamentadas en supuestos que en realidades. Llegamos hasta a suponer lo que está pensando alguien, o cómo va a actuar en determinado momento. Cuando conocemos un hecho traumático podemos llegar hasta a desconfiar de alguien o a interpretar sus actos como propios de una conducta errática. Y es que cuando suponemos no solo personalizamos, sino que es fácil que malinterpretemos.

Aunque nos cueste, no suponer es siempre una mejor forma de comunicación. Así que, insisto, no voy a hablarles de The Beatles. Tal vez salpique alguna referencia aquí y allá, no lo sé, estoy empezando a construir el artículo. Pero, soy consciente de que dedicar tiempo en el anecdotario de obviedades y mitos de la banda de música más famosa e influyente de todos los tiempos, hasta el presente, no haría más que hacerles perder el suyo, su tiempo. Y eso es lo que más me aterra cuando escribo. Pretender aportar algo nuevo, novedoso sobre los cuatro escarabajos y su inmensidad musical, sería algo así como querer descubrir algo insospechado en la historia de Jesucristo, salvando las distancias. Hay quien asegura que, después de los Evangelios narrados, cantados o leídos, las canciones de The Beatles son lo más escuchado por las distintas generaciones que han habitado el planeta desde mediados de los años sesenta del siglo XX. No obstante, continuaré con mi argumentación a partir de la canción escogida.

Los traumas durante la infancia y la adolescencia tienen consecuencias importantes sobre la memoria autobiográfica. Los recuerdos son confusos y con frecuencia se construyen de manera que se puede vivir con ellos. Muchas de personas jóvenes desarrollan la resiliencia necesaria para afrontar estas situaciones haciendo uso de su ingenio y creatividad. En especial, la creatividad en los más jóvenes reduce los trastornos de ansiedad y los sentimientos de vergüenza interna; les permite, a través de la expresión, encontrar una puerta de salida a su conflicto interior.

Let it be es el fruto de un sueño, de una especie de vía de escape para Paul McCartney. En su biografía (Paul McCartney, la biografía Philip Norman) reveló el origen de esta canción. Algo similar expuso en un programa de la CBS a James Corden. Cuando apenas contaba con14 años, experimentó la pérdida de su madre, Mary, debido a un cáncer de mama. Fue después de una sesión extenuante con The Beatles, cuando calló rendido y soñó con ella: «Vi a mi mamá. Fue algo maravilloso, y ella me tranquilizó mucho. En el sueño me decía ‘todo saldrá bien’. ‘Déjate ser’. No estoy seguro de si usó las palabras ‘Let it be’, pero esa era la esencia». Durante años, el joven Paul vivió conmocionado por una situación traumática relacionada con el apego. Su canción vendría a ser algo así como una liberación del pasado.

En ocasiones, el trastorno emocional que supone la pérdida de una madre a edad muy temprana se prolonga en el tiempo como un conflicto psicológico sin resolver. Este hecho tiene gran parte de su fundamento en el hecho de que los niños tienen grandes dificultades para comprender el concepto de no retorno. No es difícil que una experiencia traumática de estas características (pero especialmente en aquellas que incluyen abusos y abandonos) desarrolle notable frialdad emocional y falta de empatía en la edad adulta, por lo que, sin duda, no hay que demorar el abordaje de estas situaciones. Es un viaje en el dolor que hay que aprender a gestionar. Y conviene, insisto, hacerlo lo antes posible. Los desórdenes relacionados con el apego y la seguridad son bien jodidos.

A estas edades, la expresión del dolor tiene buen pronóstico a través de la expresión de gran valor terapéutico, como son las historias donde se comparten sentimientos, los juegos imaginarios y otras manifestaciones que sean capaces de estimular los talentos subjetivos de una persona. Hijos que perdieron a sus progenitores en los atentados del 11-S, consiguieron superar el trauma a través del proyecto Art for Heart en Manhattan. La pintura, en este caso, fue una forma de afrontar el proceso de duelo de forma adaptativa, incorporando los sentimientos y las emociones experimentadas a la historia de sus vidas, pero sacándolas de sus presentes.

Let it be fue el recurso utilizado por el Beatle para exteriorizar un hecho dramático que le perseguía desde hacía años, y parece que le sirvió. Let it be es un himno al querer ser y al saber estar, como formas constructivas de superar adversidades. Y es que la creatividad alimenta la resiliencia.

– La creatividad ante el trauma

El trauma es una característica de la experiencia cotidiana de cada uno, que se manifiesta a través de pequeñas y grandes discontinuidades en la vida diaria. Muchas de las personas que sufren algún tipo de trauma o de un trastorno de estrés postraumático suelen pasar por múltiples intentos psíquicos erráticos en busca de posibles soluciones. Las intervenciones psicoterapéuticas basadas en el desarrollo de dinámicas creativas se han venido a demostrar eficientes en la activación de recursos para afrontar este problema. Es decir, los traumas, como eventos circunstanciales, suelen superarse mejor por una mente creativa. Ser capaz, o aprender, a pensar de manera creativa nos proporciona recursos y beneficios importantes para mejorarnos en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas, incluidos los psicológicamente conflictivos.

Lograr convivir con el trauma implica la búsqueda de soluciones creativas. La música y, en general, todas las artes son un excelente medio para motivar la imaginación. Les he compartido algunos ejemplos (podríamos encontrar cientos y puede que mejores) de cómo una mente creativa reduce los intentos psíquicos erráticos, encontrando mejores alternativas para relegar los condicionamientos producidos por los traumas. No obstante, la creatividad que nos puede permitir superar este tipo de situaciones mediante la activación de recursos para afrontar el trauma, no solo no siempre y no necesariamente está relacionada con áreas específicas de las artes.

Let it be, podría ser, perfectamente, una expresión que nos serviría, igualmente, para entender que dejarte ser, buscar tu espacio, saber estar, forman parte de las claves que nos distinguen a los seres humanos a la hora de razonar y tomar decisiones y la capacidad para aprender resiliencia para afrontar adversidades, para aceptar o para cambiar las formas en que nos gira el mundo cuando algo se acaba o cuando algo de repente tiene que volver a empezar.

Dado que sabemos que el trauma ataca la expresión de la capacidad creativa y generativa, es una muy buena idea utilizar la imaginación para liberarnos de los contextos que nos generan estrés o nos desubican física y mentalmente. La imaginación es una vía accesible para la reflexión. Centrarnos en potenciar nuestras capacidades, «Déjate ser» como parecía que le repetía en su sueño la mamá de Paul, es una buena forma de abrirnos a las emociones, tanto las que habrá que superar, como las que nos ayudarán a conseguirlo. La creatividad, como fenómeno multifacético, nos permite recomponer partes nuestras disociadas por el trauma.

La creatividad humana, en el ámbito que sea que se exprese, es una construcción divergente. Nos proporciona anclajes efectivos con los cuales explorar soluciones centradas en abordar los conflictos para resolverlos. A diferencia de los tratamientos biomédicos en uso, la creatividad, como parte integrante del abordaje psicoterapéutico, no solo afronta los síntomas del trastorno, sino que nos permite emanciparnos de los recuerdos que perturban la mente y el equilibrio nervioso. Es decir, la catarsis como forma de afrontamiento del trauma. Generar movimientos psíquicos positivos, para evitar la negación o a huida del vacío y del sinsentido traumático, permite eliminarlo como elemento perturbador de nuestra paz interior.

La creatividad, creo haber comentado ya algo, es una excelente puerta de salida para nuestra resiliencia. A través de la creación de un imaginario que podemos compartir con otras personas, somos capaces de establecer nuevos significados personales, que ayudarán a darle mayor coherencia a una realidad perturbada por los eventos o sus efectos postraumáticos, incluso en los casos en que la ruptura con la realidad pueden conducir al delirio. Alcanzar la resiliencia implica un proceso previo de trabajo que permita la mejor expresión posible del mundo interior. Como ocurre cuando la expresión del trauma es la construcción misma de una obra de arte, los efectos de la resiliencia son el logro de la seguridad afectiva y de la responsabilidad en generar un nuevo proyecto de vida.

Las diferentes formas en que podemos utilizar la creatividad, tanto para afrontar las pequeñas contrariedades cotidianas, como los traumas persistentes, facilitarán que podamos poner en orden nuestro mundo interior y, cómo no, que finalmente seamos capaces de «dejarnos en paz».

FUENTE

https://wsimag.com/es/bienestar/66034-dejalo-ser-dot-dot-dot

Ese gran paisajista mexicano

José María Tranquilino Francisco de Jesús Velasco y Gómez-Obregón nació en Temascalcingo, Departamento de México, el 6 de julio de 1840 , y falleció en Villa de Guadalupe Hidalgo, Ciudad de México, el 26 de agosto de 1912. Acaban de cumplirse 181 años de su natalicio. Fue un excelente pintor paisajista.

En el año de 1855 terminó sus estudios primarios y fue en este mismo año, por conducto del señor Luis Ponce de León, en que José María pudo ingresar a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de México para estudiar, por las noches, lo que a él le apasionaba. Durante tres meses permaneció Velasco dibujando en los corredores de la Academia, bajo la dirección del señor Miguel Mata, hasta que junto con el escultor Felipe Sojo, tuvo la oportunidad de recibir clases del señor Juan Urruchi.

Pocos meses después, ingresó a la clase de paisaje impartida por el célebre pintor italiano don Eugenio Landesio, originario de Turín, quién vino a México por iniciativa del Director de la academia, el pintor español Pelegrín Clavé, ya que Landesio, habiendo sido discípulo de Carlos Markó, dominaba la técnica del paisaje. Landesio habló mucho a sus alumnos sobre las reglas de composición, les refirió sus estudios, sus obras, las de Markó, les hacía notar todas las bellezas que encontraba a su paso, tomando en cuenta los muchos detalles de luz, color y forma. Por otro lado, desde que Velasco se inició en los corredores de la Academia con sus primeros ensayos, emprendió también el estudio de las ciencias que a su modo de ver eran convenientes para su futura profesión.

En la época en que ingresó José María Velasco a la Academia de San Carlos, el tema imperante de los pintores de México era la figura humana en sus distintas variantes: composiciones religiosas, mitológicas, históricas, etc. Haber dedicado la mayor parte de sus obras a la representación de la naturaleza, lo coloca como un innovador de la pintura y la ecología de su época. Su sentido visual, su sensibilidad y sus conocimientos, le permitieron percibir más allá de lo que un ser normalmente dotado puede observar respecto a la forma, coloraciones y características del paisaje.

Cuando Velasco inició formalmente sus estudios, sus trabajos fueron grandemente influidos por la técnica de Landesio, pero pronto, Velasco percibe el paisaje de México con sus ojos de mexicano apartándose poco a poco de las características académicas del arte que se hacía en la segundo mitad del siglo XIX, logra con personalidad propia y bien formada, crear obras maestras que le valieron su consagración tanto en América como en Europa.

En el año de 1868, Velasco fue nombrado Profesor de Perspectiva y fue entonces cuando renunció a la pensión que disfrutaba. En este mismo año contrajo matrimonio con la señorita Luz Sánchez Armas Galindo, siendo sus testigos de bodas su hermano el Dr. Ildefonso Velasco y su maestro Eugenio Landesio, lo que deja ver la amistad que ya existía entre estos dos paisajistas fuertemente identificados.

En el año de 1888 tuvo el honor de ser comisionado por el Gobierno de México como jefe de la delegación que asistiría a Francia llevando pinturas de varios autores, para ser exhibidas en la Exposición Universal de París, con la que se conmemoraba el primer centenario de la Revolución francesa. Fueron 68 las obras que se presentaron de Velasco en esa ocasión.

Por ese entonces sufrió un ataque al corazón, pero no se deja vencer por la enfermedad y sigue pintando. En el año de 1902 deja la clase de Perspectiva en la Academia de San Carlos. A partir del año de 1905, aunque su producción sigue siendo cuantiosa, pinta casi exclusivamente en su casa de la Villa de Guadalupe Hidalgo, donde muere el 26 de agosto de 1912. Fue sepultado en el panteón del Tepeyac.

NOTAS

https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Velasco_G%C3%B3mez

AHORA! Luis M. Dibene Geraldo./18 05 21/ (Envíos para el maestro no festejado en su día)

A H O R A !
Luis M. Dibene Geraldo
* DE LOS FESTEJOS DE MAYO, VAN ESTOS ENVÍOS PARA Y POR EL DÍA DEL MAESTRO NO FESTEJADO COMO ANTES…UNOS CUANTOS MENSAJES Y COMUNICADOS A L@S MAESTR@S.
  ¿Recuerdan a otros 15 de mayo, el día del maestro, que año con año ese día se daban los festejos, reconocimientos, entrega de medallas, eventos, acciones de ponderación positiva, pero ahora todo esto se limitó y mucho por razones obvias o pandémicas. Sin embargo recuerdo que en esos motivadores días yo escribí algo parecido a esto…Los maestros son pieza clave en la vida de un niño o joven. De ellos se aprenden conocimientos, experiencias y valores; que La educación se aprende en casa-como luego se dice-aunque hay que reconocer que, de pequeños, la segunda casa es la escuela, y esto es indiscutible, ¿o no?. Bien, pero permítanme acotar que si los malos maestros, los negativos, pueden darse por grupos u organismos, etc. en función de cierta y determinada política de sus liderazgos, derivándose de ello esos grandes perjuicios educativos por sus acciones, como paros magisteriales, huelgas toma de casetas, etc. y otros factores más, como incapacidades o falta de preparación, negligencias, irresponsabilidades, que en estos casos más bien caeríamos en excepciones.

Pero en lo general siempre tendremos un reconocimiento (espero y siga, mmm…aunque no de todos.) para nuestros mentores, y así, en este su día y en los subsecuentes, por lo pronto, ¡felicidades!; sin embargo-lo tenemos que reconocer-también se dan otras voces contrarias, tanto en los medios de comunicación como en diversos espacios sociales porque, por nuestra condición, al fin “tan humana”, a veces sólo vemos lo negativo que hubiere en los maestros, aunque también de otros perfiles profesionales o servidores públicos, como licenciados, en derecho sobre todo, no se diga de políticos de carrera-de donde “hay mucha tela de donde cortar”-¿verdad que nunca habrá una propuesta que prospere para “el día del político”?, jaja, aunque no siempre son justas estas apreciaciones, pero hay  otras que quizá desgraciadamente tienen cierta razón, y uno mismo-los que hemos ejercido con vocación esta profesión magisterial- tenemos que reconocer las deficiencias y desvíos que hacen mucho daño a lo más principal: los alumnos, niñ@s y jóvenes estudiantes, pero, repito, hay muchos, muchos más, que hacen mayoría, que representan/o mos, la grande e importante valía de los maestros. Entonces y por eso les entrego este pensamiento-reflexivo al respecto.
* SÓLO FALTABA UN BRINDIS…POR MI MADRE BOHEMIOS, Y EN SU DÍA, POR LOS MAESTROS…Miren, de los festejos de mayo “sólo faltaba un brindis, el de Arturo”, dice el poema; que para el caso y tema de hoy lo hago mío pues yo brindaría también por el maestro por su día, por la Educación en nuestro México, por sus alumnos de niños y jóvenes también; ah, y por las madres de ellos y de todos…
Y es que como cada año hago mi festejo y lo hago público al comunicarlo como ahora, máxime que se conjuntan en este mes de mayo las principales fechas a conmemorar (para el caso, de personas) partiendo del día del niño, de la madre y del maestro; sin embargo hoy mencionaré al maestro profe, referenciándolo en relación a éste nuestro desgraciado presente pandémico que tanta afectación ha hecho en todos los rubros y temas humanos y materiales, pues aparte de la esencial salud y la economía, está el de LA EDUCACIÓN, ahora más que nunca. Y los triangulo con estas estas tres figuras, las del niño, la madre y el maestro, quienes, por naturaleza y estructura desde siempre han estado ligadas o correlacionadas entre sí en la educación formal en una nación, en una familia y en la sociedad en general, figuras que por cierto son las más celebradas, festejadas (y en su caso veneradas), socialmente y en particular en nuestros tradicionales días mencionados.
Y miren ahora la casualidad de que por la gran afectación mundial y nacional en y por esta pandemia del coronavirus/covis 19, que más allá de las ya sabidas y vividas afectaciones de salud y hasta de muerte está el hecho, o los, de que esta pandemia “todo lo está cambiando”, cambios que ya comenzaron evidentemente, lo que ya estamos viviendo en varios temas esenciales, como el presente y futuro de la educación en línea digitalizada a distancia en el mundo y…en México…Sin comentarios. Así entonces…
* AHORITA.- PERMÍTANME AHORA UNOS CUANTOS MENSAJES Y COMUNICADOS A L@S MAESTR@S.
Tengo el gusto de colocar sólo unos cuantos mensajes y comunicados a l@s maestr@s por diversos medios: correos, celular, facebook, chats, de aquí y de otras partes, no pongo a todos, por razones de espacio. Van…*ANTI-HAIKUS. MAESTRO…Éste lo recibí del Profr. Armando trasviña Taylor hace unos dos años, creo que también lo envió a otros más-( Sólo en cuatro frases lo dice todo):  * Tu nombre es altura/ y tu apellido, pretil,/ donde el mundo reclina/ la palabra vivir. Y estos…*A aquellos maestros merecedores de este reconocimiento, mis respetos a su tiempo y esfuerzo por los demás, todavía existen, no todos pero existen, son un arcoíris de conocimientos y enseñanza!!.

Recordando ahora siempre y más en este día especial, referido a aquellos formadores de generaciones, maestros, amigos y padres, dentro y fuera de un salón, tus hijos, amigos, y sobre todo tu Esposa, Padre mío, te recuerda con cariño y con mucho respeto, respeto que supiste transmitir a tus alumnos dentro y fuera de un aula escolar. FELIZ DÍA MAESTRO!!! M.O.V.A. (Garbanzo de a libra) 1936-1997. (Dedicado a su Sr. Padre, Profr. Alejandro Mota Vargas. QEPD. De Iván Alejandro Mota Trasviña).* Y éste: Empecé a hacer el listado de mis amigos, Excelentes Maestros, para felicitarlos y bendito Dios, la lista era tan grande que preferí hacerla por este medio. ¡¡Muchas Felicidades, Bendiciones en su día. Mi admiración y cariño para ustedes!!. Gracias por su amistad. (Lupita Saldaña). ** Mi querido, Maestro, reciba una calurosa felicitación por este día tan importante para la educación, y aparte me enorgullezco de formar parte de esas generaciones que recibimos sus enseñanzas y conocimientos, reciba un fuerte abrazo. (Napoleón Domínguez Castro) a un servidor. Ahora!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Rock y los Ruckeros. Arturo Meza O. (Relato mulegino)

Por Arturo Meza Osuna.
EL ROCK Y LOS RUCKEROS 

  Hace tiempo me regaló mi amigo Bernabé Meza –que debería ser mi pariente- un USB con “Las 500 Mejores Rolas de Rock” según la revista Rolling Stone y recuerdo que hace cerca de 50 años, a finales de los sesentas, cursaba los últimos años de primaria; vivía en San Ignacio y me encantaba -me encanta- escuchar la radio. Por no haber, no había ni luz eléctrica. La radio que escuchaba, eran las estaciones de Sonora y Sinaloa. El esquema era el de siempre: muchos anuncios con locutores ruidosos al grito de ¡Ofertooooón!, luego una cancioncita rítmica –“alegre”- en general, cumbias, música ranchera, tríos y baladas de cantantes de moda, en ocasiones, interrumpido por un corto noticiario.  
El “rockanrol” mexicano estaba pasando de moda y aquellos dizque rockeros como Enrique Guzmán, César Costa, Alberto Vázquez, Manolo Muñoz o Angélica María, solo cantaban baladitas –que no sacan de ningún apuro- melosas, malcopiadas de la música popular italiana y norteamericana. Algunos grupos que conservaban cierta reminiscencia del rockanrol -al menos el nombre en inglés- como los Fredys, Los Babys, los Jhonny Jets o Los Moonlight, habían dado un giro hacia la música romántica, sollozante y obvia. Al igual que los Apson, dejaron de copiar la ola inglesa para dedicarse a amenizar bailes y a grabar viejas canciones de tríos, boleritos guapachosos tocados con instrumentos modernos y ocurrencias de fugaz paso por las estaciones de radio como “La minifalda de Reynalda”, “La mula bronca”, o “Fuiste a Acapulco” que causaron furor en su momento.

Buenos dias BCSLa música ranchera que siempre ha rifado en esos lares eran los corridos de Antonio Aguilar y el recuerdo de Javier Solís; desde luego que José Alfredo y sus múltiples intérpretes estaban presentes, pero en el ambiente ranchero de San Ignacio, los incuestionables reyes eran los Alegres de Terán a quienes les hacían sombra los Broncos de Reynosa y los Gorriones de Topochico que tenían sus presentaciones estelares en el madrugador programa de Laboratorios Mayov.
Cuando llegaba la noche, las estaciones mexicanas de Sonora y Sinaloa desaparecían del cuadrante y entraban los gringos, las estaciones de los Estados Unidos se escuchaban nítidas, aun en las noches invernales ventosas del oasis. Casi sin anuncios comerciales, solo irrumpía de vez en cuando el locutor que aullaba como lobo o alguna aguardentosa voz que anunciaba la rola –que apenas entendía- pero que tenía un sonido diferente a todo lo que se escuchaba en la radio en el norte de la Baja California Sur.
Era una estridencia bien marcada, acompasada por sonidos fuertes de bajos y percusiones, además de resonancias alargadas que se distorsionaban y daban una sensación de caos controlado; la voz del cantante no era especialmente virtuosa, incluso se perdía en los sonidos dominantes de la instrumentación. Me gustaba, simplemente me gustaba el tono festivo, los gritos destemplados, el contraste, el desmadre, la libertad. Había otras estaciones. Recuerdo especialmente una que mencionaba frecuentemente a “Oklahoma” en su identificación. La música de esa radio era un poco diferente: más lenta, los instrumentos eran más numerosos y variados – muchos vientos, trompeta, sax, trombón, por ejemplo- pero además incluían invariablemente coros majestuosos que hacían una especie de respuesta a la voz del cantante principal. Era música religiosa.

Cuando entré a la secundaria, un tío del Coiso –El Ramiro- compraba y coleccionaba la revista de música “México Canta”, revista semanal que informaba el Hit Parade, traía artículos escritos por Carlos Chimal y José Agustín, cartas del público que respondía el Vivi Hernández, cancionero, traducciones de algunas rolas, entrevistas. El “México Canta”, además de los artistas de éxito de la época –Manzanero, Roberto Jordán, Carlos Lico, etc.- traía información y fotos de Beatles, Rare Earth, Jefferson Airplane, Mammas and the Papas y muchos otros a los que ya identificaba con la radio en inglés. También tenía espacio el rock nacional como El Three Soul on My Mind, La Revolución de Emiliano Zapata, Xavier Bátiz y otros.
Con el México Canta entendí que la música de “Oklahoma” que escuchaba de noche en San Ignacio era de The Miracles, Marvin Gaye, Stevie Wonder, Diana Ross & The Supremes, The Jackson five, The Temptations, Martha and the Vandellas, Gladys Knight & the Pips, y muchísimos grandes de la Motown Sound.
Al terminar la secundaria, los Beatles se separaron, fue un golpe tremendo, no lo podíamos creer. Nos dejaron colgados de Let it be. Nos habíamos convertido en rockeros sin querer, una condición que dura hasta hoy. Unos han muerto, otros se han retirado, pero muchos otros, arriba de setenta años, siguen en la brega como los eternos Rolling Stone, el durable Rod Stewart, íconos calvos como Elton John, Phill Collins o Billy Joel; Gladys Knight conserva su maravillosa voz; se juntan de vez en cuando Simon and Garfunkel, The Eagles, Credence, Fletwood Mac con MCartney con Clapton; Tina Turner aun mueve sus fabulosas piernas, etc. Pero sobre todo tenemos un USB con las 500 mejores rolas rockanroleras escuchables en calmosa y sosegada carretera, ida y vuelta –y puebleando- a San Ignacio. …Y apenas vamos en la secundaria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Martín Avilés. / Humorismo sudcaliforniano/23 03 21/. Análisis de Arturo Meza Osuna.

MARTIN AVILES
Arturo Meza Osuna.
     Habría que leer “Humorismo Sudcaliforniano“ de Martín Avilés, una selección de las mejores puntadas y chascarrillos sudcalifornianos, algunas del dominio público que Martín ha tenido el atrevimiento de rescatar para que no las olvidemos y volvamos a recrear con su lectura, ese momento, ese preciso momento en que tal personaje saltó con la ocurrencia. Una tarea complicada pues es muy fácil caer en el gracejo corriente y malsonante como en la rigidez intelectual almidonada que opaca la natural gracia que tiene el chiste perspicaz, si no de risa loca, sí de guiños velados, de buen humor mediante una interjección, una frase dicha de tal modo, un remate sutil solo si el lector coopera con la complementación de ese ingenio, el lector también juega. Martin pone las palabras, pone la intención, nosotros ponemos la inflexión.
Por aquí y por allá, el profesor Avilés anduvo recolectando tales cuentos que bien pueden pasar como charras finas, anécdotas gozosas, fragmentos de ocurrencias que encontraron –en buena hora- este testigo excepcional que supo darle la voz necesaria, el tono adecuado, el recato necesario para no ofender ojos y oídos castos y para recetarnos un compendio de la mejor picaresca sudca, con todo y lo que ha quedado en el tintero como para reincidir en el género.
Humorismo sudcaliforniano lleva esa dosis de orgullo que trasciende la identidad de una manera informal que ya los teóricos del asunto habrán de hallar las implicaciones más profundas de la risa y el buen humor. Dicen los que saben que el humorismo es terapéutico, que la risa es analgésica y sedante, modifica la neuroquímica cerebral estimulando hormonas euforizantes naturales igual que el ejercicio físico y la actividad sexual. Cuando nos reímos se mueven 80 músculos al ritmo de las carcajadas. Reír estabiliza el sistema simpático como el parasimpático, distiende la musculatura esquelética, disminuye la presión arterial y duplica la cantidad aire recibida por los pulmones. Resulta en una disminución de todas las hormonas relacionadas al stress e incluso se sostiene que mejora la inmunidad, especial en estos días de pandemia y confinamiento.
Por lo pronto, el profesor Avilés ha encontrado el modo sabroso de describir con limpia prosa esta emoción universal, nada inocente por cierto, que va desde la carcajada abierta, estridente hasta media sonrisa insinuante.
Treinta episodios contados con pelos y señales, con los nombres de los protagonistas que con toda intención resalta Martín en un ejercicio de indiscreción que se agradece, aun cuando algunos, políticos especialmente, no salen bien parados como ese pasaje tan conocido cuando en campaña para senador de la República, al Profe. Jesús Murillo de visita promocional en Todos Santos le encandilaron a La Cachana, Murillo con toda la formalidad de la que es capaz se acercó a saludarla y la llamó como solo los de confianza podían llamarla “señora Cachana”, la de improperios que recibió Murillo aún resuena en la risa burlesca de los todosanteños, igual resuena cuando La Cachana vio al Dr. Cardoza –entonces presidente municipal paceño- y otras autoridades, colocando solemnes una primera piedra con cuchara, pala y cemento en el centro de Todos Santos ¡hasta que están trabajando, cabrones! fue el grito cachano que festejaron los asistentes y autoridades con singular entusiasmo.

Vienen chistes de todo el estado, Martín Avilés no se guarda nada, todo lo suelta, igual que de Todos Santos, La Paz , El Valle, Loreto, San José y también Santa Rosalía tienen los suyos, algunos, me confesaba, son vivencias suyas en su paso por varios pueblos donde se desempeñó como profesor, otros, los escuchó por aquí y por allá y una buena parte que son del dominio público pero que Avilés le pone su pimienta personal para contárnoslos con gracia y pulcritud en el lenguaje.
Son episodios cortos, de no más de dos cuartillas, en las que Martín hace un alarde de síntesis para ilustrarnos como salir al paso en momentos comprometidos como aquel todosanteño, en el concurso de aficionados desafinó de manera estridente, paró la canción para justificarse -es que ando jodidón de la garganta-; o en la picaresca sudcaliforniana que Martín titula “Método Palomita para dejar de fumar” en la que El Palomita, un cachaniense fumador, que acepta regalarle un cigarrillo a una señora pedinche a cambio de hacer uso de su cuerpo. El Palomita, dicen, era un hombre muy bien dotado, de tal manera que, para la señora, fue doloroso el lance sexual. A la siguiente semana se encuentran y es El Palomita quien le ofrece un cigarrillo, a lo que la señora responde- ya dejé de fumar-.

Son de los que “a bote pronto” recuerdo como un ejemplo de la picardía sudca con que el Prof. Martín Avilés nos ilustra y nos hace pasar momentos agradables que, supongo, no es otro el objetivo de éste recopilación que amenaza con un segundo volumen, pues Avilés ha conseguido acumular otro bonche de chascarrillos que pintan, de cuerpo entero, al singular humor sudcaliforniano. Esperemos el segundo volumen de “Humorismo Sudcaliforniano” del Prof. Martín Avilés.

 

 

Se llamaba Manuel. Por Arturo Meza Osuna. /17 03 217(Relato mulegino)

SE LLAMABA MANUEL
Por Arturo Meza Osuna.
         Se llamaba Manuel, era del estado de Michoacán, sacerdote ya con mucha experiencia, tendría cerca de 50 años y había prestado sus servicios en África en la orden de los combonianos. Había llegado a San Ignacio al frente de un grupo de siete jóvenes a punto de ordenarse sacerdotes de la iglesia católica. Manuel se encargaba de oficiar la misa y de algunas sesiones de enseñanza de los jóvenes, el resto del tiempo se la pasaba leyendo y vagando por los alrededores, largas caminatas por los palmares, por el borde del río; le encantaba ir a la recolección de pitahayas.
Otra de sus aficiones era conversar con los descreídos y escépticos y lo hacía con una libertad que parecía estar de tu parte. Creía que no todos tenemos vocación para tener fe, que la fe es una virtud que se trae y que es difícil, para el hombre en general, no hacerse preguntas, no tener dudas respecto de los asuntos de dios y su trascendencia. Manuel se preguntaba que buscaba la gente en la religión y las creencias, entendía que la mayoría tenemos razones tangibles y conveniencias para creer en dios, que esa no era la mejor manera, que había que creer desinteresadamente.

Por lo demás, lo que menos parecía era sacerdote, jamás usaba alzacuellos o sotanas, nada que lo identificara con su ocupación. Se comportaba, hablaba, se movía como cualquier persona más o menos ilustrada; de vez en cuando soltaba palabras altisonantes –no sin antes persignarse- con una gracia tal que ni falta hacía. Recuerdo que lo esperaba a la salida de misa y apenas la gente empezaba a salir de la iglesia cuando Manuel ya estaba sentado en el respaldo de una banca de la plazuela viendo la salida de sus feligreses, listo para emprender una larga caminata sin rumbo por los palmares, deteniéndose a recoger una piedra rara, observando una planta o simplemente caminar y conversar sobre sus experiencias en Mozambique.

Había vivido días duros en África, la guerra lo atrapó entre fuegos y dejó sus huellas: un síndrome postraumático caracterizado por insomnio y ansiedad, muy a su pesar tuvo que ser desalojado de urgencias, su vida peligraba. Nada deseaba más que regresar pero sus superiores decidieron que San Ignacio podría tranquilizar sus ansias de justiciero en una tierra donde la justicia es tan relativa y la ayuda de un sacerdote puede ser tan insignificante como la vida que nada vale. Así que lo mandaron a enseñarles mundo a siete diáconos que no se la pasaban nada mal a las órdenes –o desórdenes- de Manuel. Alguna vez los diáconos, entre bebidas, canciones, muchachas y guitarras, no perdían la oportunidad de magrear con efusión a una chica ante la vista tolerante de Manuel, al que con cierta carcoma le preguntaba ¿no tienes miedo que uno de tus novicios termine por hacer a un lado los hábitos a causa de una muchacha?, respondía rápido, con esa simple sabiduría que había alcanzado: -no, el menos sabré que ha encontrado su camino-
Se juntaba con la palomilla que lo invitaba –tiro por viaje- a una carne asada, a una barbacoa, a una abulonada, se tomaba una cerveza –por no despreciar- y convivía un rato que cortaba ante el “qué dirán” del pueblo chico. –Dirán que ando borracho- dijo una vez. –No padre, le respondieron, dirán que anda marihuano. Jamás despreciaba el vinillo regional seco y peleón para las conversaciones serias y prolongadas que podrían llegar hasta la madrugada y dos o tres veces pasamos de la conversación a ver el amanecer allá en el aterrizaje, frente a los Álamos y el Ojo de agua. Conversaciones donde era tan difícil explicar el proceder del dios de La Biblia, ese ente iracundo y tronante, disgustado con su creación, el padre insatisfecho pero al cual había que arrodillarse a riesgo de tentar su furia y ansias punitivas. Las discusiones llegaban a cuestionar el papel de los milagros de Cristo – el hijo de dios- -era un júnior- le decía y se encabronaba, que los milagros lo convertían en superhombre con tales superpoderes que, obviamente cuestionaban el martirio y el destino junto con la resurrección. No era un hombre cualquiera. -Me parecía más humano Judas- le decía- que se sacrificó por el plan divino y quedó como el prototipo del traidor para la eternidad-.
Todo terminaba siempre en la función de la fe que vista desde la óptica del simple, del poco versado en teología era la diferencia entre creer y no.

Pasábamos al libre albedrío y a la función de la oración. “Y…si tenemos libertad y no es verdad que jamás se mueve ni siquiera una hoja sin su anuencia ¿para qué orar? si no te escucha”, era la réplica. Manuel emprendía largas alocuciones acerca de la espiritualidad y hasta parecía un místico hasta ese momento uno entendía la vocación, la pasión que movía a un hombre de fe.
Fue un placer conocerlo. Consiguió finalmente regresar a Mozambique, sabía que allá habría de terminar sus días, pertrechado dentro de su templo, junto con sus negros queridos masacrado por la locura de la violencia sin sentido. Hace unos días murió, después de un mes de no contestar correo. Anciano, casi ciego, salía todos los días a desenterrar minas terrestres, un paso, un centímetro, la explosión lo dejó sin piernas. Sobrevivió dos días.
Debería tener mejor destino el hombre de fe, bueno, generoso, pero los descreídos no tenemos a quien reclamarle.

 

 

 

 

 

Recordando al poeta Juan de Dios Peza Por Sergio Ávila R.

Juan de Dios Pedro Pablo Peza Osorio nació en la Ciudad de México el 29 de junio de 1852, y falleció en la misma tierra el 16 de marzo de 1910; acaban de cumplirse 111 años de su deceso. Fue un poeta, político y escritor, Miembro numerario de la Academia Mexicana de la Lengua, ocupando la silla IX en mayo de 1908. Sus padres fueron Juan de Dios Peza Fernández de Córdova y Francisca Osorio Fernández.

Inició sus estudios en la Escuela de Agricultura, después pasó al Colegio de San Ildefonso y en 1867 ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria. Se convirtió en el estudiante predilecto del pensador mexicano Ignacio Ramírez, “El Nigromante”. Al regresar de ese centro de estudios se incorporó a la Escuela de Medicina, donde establecería gran amistad con el poeta Manuel Acuña, quien lo llegó a estimar al grado de llamarlo “hermano”, pero no terminó esta carrera y se dedicó a las letras.

Considero apropiado recordar el hecho de que, le tocó precisamente a Juan de Dios, -inmerso entre aromas de almendras podridas-, encontrar muerto al ferviente enamorado de la bella Rosario de la Peña, que en la mesita a un lado de su lecho mortuorio dejara la siguiente nota:

«Lo de menos será entrar en detalles sobre la causa de mi
muerte, pero no creo que le importe a ninguno; basta
con saber que nadie más que yo mismo es el culpable.
—Diciembre 6 de 1873— Manuel Acuña»

Nuestro poeta fue adicto al liberalismo. Su entusiasmo y apasionamiento por ese modo de entender la política y la vida social, y en especial el movimiento liberal mexicano, le condujo a renunciar a sus estudios a fin de entregarse plenamente al periodismo. Colaboró en la Revista Universal, El Eco de Ambos Mundos y La Juventud Literaria. En 1874 estrenó en el Teatro del Conservatorio su primera obra teatral, titulada La ciencia del hogar.

En 1878 es nombrado segundo secretario de la legación de México en España, junto a Vicente Riva Palacio. En Madrid se relacionó con el gran intelectual político Emilio Castelar, así como con los escritores Gaspar Núñez de Arce, Ramón de Campoamor y José Selgas. Al regresar a México intentó hacer carrera política y fue diputado electo al Congreso de la Unión. También desempeñó otros cargos públicos, pero sin abandonar las letras. Como poeta, su estilo corresponde al realismo, si bien propenso a la ternura. Su obra, de gran aceptación en su patria, tuvo traducciones al ruso, francés, inglés, alemán, húngaro, portugués, italiano y al japonés.

El libro que más fama le dio fue Cantos del hogar, obra poética intimista al modo del español José Selgas. Tuvo la desgracia de sufrir el abandono de su mujer, que lo dejó con dos hijos pequeños, a los que terminó de criar y educar con dedicación. Al morir en 1910 Juan de Dios Peza, nuestro país estaba a punto de entrar a la 3ª. Transformación, es decir, la Revolución Mexicana.

Sus obras más conocidas son las siguientes:

Ø  Poesías (1873)

Ø  Reír llorando

Ø  Horas de pasión (1876)

Ø  La lira mexicana (1879)

Ø  Fusiles y muñecas

Ø  Canto a la Patria (1877)

Ø  Cantos del Hogar (1891)

Ø  Nieve de Estío

Ø  Leyendas de las calles de la ciudad de México

Otros escritos: Poetas y escritores mexicanos (1878), Biografía de Ignacio M. Altamirano, La beneficencia en México (1881), Memorias, reliquias y retratos (1900), y Los últimos instantes de Colón (1874).

 

A muchos de nosotros nos tocó conocer en tiempos secundarianos el poema Reir llorando. Podemos escucharlo en voz de Luis Miguel Isidoro en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=gHhjdIPjQtI&ab_channel=LUISMIGUELISIDORO

 

NOTAS

https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Dios_Peza

Un gran poeta y político Por Sergio Ávila R.

Guillermo Prieto Pradillo nació el 10 de febrero de 1818 en la Ciudad de México, y falleció en Tacubaya el 2 de marzo de 1897; ayer se cumplieron 124 años de su deceso. Hijo de José María Prieto Gamboa y de Josefa Pradillo y Estañol. Apenas tenía 13 años de edad cuando murió su padre y, debido a ello, la madre perdió la razón. Andrés Quintana Roo fue su benefactor, al conseguirle trabajo en la Aduana y al ayudarlo a ingresar al Colegio de San Juan de Letrán.

En 1836, bajo la dirección del propio Quintana Roo, fundó la Academia de Letrán, junto con Manuel Toussaint y con los hermanos José María y Juan Lacunza, cuya característica primordial era “la tendencia a mexicanizar la literatura”. Sus primeros poemas se publicaron en el Calendario de Galván y en la revista El Mosaico Mexicano, en 1837.

Fue secretario de Valentín Gómez Farías y de Anastasio Bustamante; durante el período presidencial de este último comenzó a colaborar como redactor para el Diario Oficial. Durante la primera Intervención francesa en México, se enlistó en la Guardia Nacional. Fue crítico teatral en el periódico El Siglo Diez y Nueve, y con su seudónimo (“Fidel”) publicó la columna llamada “San lunes de Fidel” de 1841 a 1845, de 1848 a 1858, de 1861 a 1863 y de 1867 a 1896.

Colaboró para El Museo Mexicano, de 1843 a 1844; para el Semanario Ilustrado publicó correspondencia satírica; para El Monitor Republicano escribió en 1847 y de 1873 a 1885. Perteneció a El Ateneo Mexicano, del que fue miembro. En 1845, fundó el periódico Don Simplicio, en compañía de Ignacio Ramírez “El Nigromante”. Se unió en la defensa del ejército federal, durante la primera intervención estadounidense en México. En 1849, colaboró para El Álbum Mexicano, y en 1862, para La Chinaca.

Salvó la vida de Juárez en Guadalajara anteponiéndose a su persona y gritando su famosa frase de «Los valientes no asesinan» cuando el conservador Filomeno Bravo había dado la orden a soldados del 5° regimiento de fusilar al presidente. El 11 de abril de 1858 se embarcó en el puerto de Manzanillo junto con Juárez y su gabinete en el vapor John L. Stephens para llegar a Panamá donde cruzaron el país por tierra, pues aún no existía el Canal de Panamá.

Luego se dirigieron a La Habana y Nueva Orléans. Después se embarcaron en el vapor Tennessee, con destino al puerto de Veracruz. En San Juan de Ulúa se estableció el gobierno republicano de Juárez. Guillermo Prieto participó en la emisión de las Leyes de Reforma.

Vivió en Cuernavaca durante sus últimos años debido a que sufrió una lesión cardíaca. Regresó a la capital para asistir a los funerales de su hijo. Su segunda esposa fue la Sra. Emilia Golard. Nuestro poeta fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Aparte de su obra poética escribió prosa y textos históricos, pero solamente por ahora deseo esbozar sobre tres de sus poemas:

Como será el mar

Se integra por 13 estrofas en cuartetos endecasílabos.

Tu nombre ¡o mar! en mi interior resuena;
despierta mi cansada fantasía:
conmueve, engrandece al alma mía,
de entusiasmo férvido la llena.

Nada de limitado me comprime,
cuando imagino contemplar tu seno;
aludo, melancólico y sereno,
o frente augusta; tu mugir sublime.

[Poema sin título]

Se compone por 26 estrofas, mayormente en cuartetos endecasílabos.

¡Oh exceso de maldad! Mujer impía,
¿cuándo mi amor sincero fue inconstante?
¿qué vez, responde, hubiste descubierto
a la negra traición en mi semblante?

La lira del amor, sin armonía
yace sorda en mis manos; a sus cuerdas
mi inútil llanto le robó el sonido:
mi bien, te adoraré; pero a lo menos
hónreme tu odio, y líbreme siquiera
de volver a tu seno envilecido.

 

El siguiente poema fue dedicado a su amigo Manuel Payno [Ciudad de México, 21 de junio de 1810 – San Ángel Tenanitla, 1894]; escritor, periodista, político y diplomático. Muy leídas resultan sus novelas Los bandidos de Río Frío y El fistol del Diablo; uno de los principales iniciadores de la novela costumbrista.

La inmortalidad

Compuesto por 59 estrofas, mayormente en cuartetos endecasílabos.

Sordo al bramar la tormenta
ciego al contemplar el cielo,
te cubrí ¡oh Dios! con el velo
de la lóbrega impiedad.

Mortal, mortal atrevido,
¿te dará la impiedad, necio,
siquiera el odio, el desprecio
de ese Omnipotente Dios?

NOTAS

https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_Prieto_Pradillo