Astrónomos y astrofísicos de diversas instituciones de detección de ondas gravitacionales han anunciado hoy el descubrimiento de una especie de “murmullo” constante de ondas de baja frecuencia en el espacio-tiempo que proviene de los púlsares, unos de los objetos más particulares de nuestro universo. Este descubrimiento se corresponde con lo que indicaban investigaciones anteriores que señalaban la existencia de una señal de baja frecuencia que impregna el cosmos y que está conectada con las fuentes de mayor fuerza gravitatoria del universo.
Los nuevos hallazgos fueron realizados por diversas instituciones como el European Pulsar Timing Array (EPTA), el International Pulsar Timing Array (IPTA), el Parkes Pulsar Timing Array de Australia (PPTA) o el Observatorio de Nanohercios de Ondas Gravitacionales de América del Norte (NANOGrav).