Por: Sergio Ávila
La barca inglesa Sharpshooter salió de Junín, Chile, con destino a San Francisco, con un cargamento de nitrato. Pero camino a su destino, un fuerte huracán la dejo seriamente dañada y quedó a la deriva. Durante dos meses, el capitán junto a su tripulación de 15 personas, incluyendo su esposa e hijos, sufrieron ansiedad y desesperación por desconocer con exactitud donde se encontraban.
El 6 de octubre de 1895, como último y desesperado intento de salvación, el capitán escribió una carta donde mencionaba su situación: el tiempo que llevaban a la deriva, las pocas provisiones que les quedaban y las posibles coordenadas donde se encontraban, además de la lista de tripulantes de la nave. Todo esto fue introducido a una botella y lanzada al mar con la esperanza de que la encontrara a alguien que pudiera auxiliarlos.
El 15 de octubre, un telegrama procedente de Mulegé llega a La Paz, informando que una embarcación había encontrado una nota en una botella, con un mensaje de auxilio de una barca inglesa con 15 tripulantes.
Inmediatamente fueron avisadas las autoridades mexicanas, que dispusieron al buque Oaxaca para su búsqueda. Después de una intensa exploración por diversos puntos a partir de las únicas coordenadas de que se disponía, el barco Sharpshooter fue localizado un poco al norte de la Isla San José, en el Golfo de California y llevado al puerto de Guaymas, Sonora, donde se fondeó y se les prestó ayuda médica y alimentación a los tripulantes.
El caso desde luego que se conoció en aquellos tiempos y fue motivo de muchos comentarios, algunos cargados de incredulidad, ya que ese tipo de historias solamente se veían en los cuentos o las novelas
Resultaba inconcebible que una botella pudiera haber viajado de manera azarosa por el mar, hasta encontrar quien la recogiera y ese solo hecho haya permitido que salvarán la vida todas esas personas que se encontraban al borde de la desesperación, mientras se encontraban a la deriva en alta mar.
¿Fue el destino, la suerte o el conocimiento del capitán y de los buscadores del barco Oaxaca? Quién sabe, porque la duda prevalecerá por siempre. Sin embargo, lo cierto es que una botella, con un mensaje adentro, permitieron mantener con vida a quienes ya habían perdido la esperanza.
De todo este acontecimiento existen registros oficiales, resguardados en el Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”, incluyendo aquella nota escrita en inglés, que avala completamente que este milagro sí ocurrió y fue en Baja California Sur.