Oteando a la poesía yaqui desde la cumbre de la sierra del Bacatete

 

Por Sergio Ávila R.

La cosmogonía yaqui dice que hace miles de años, los surem, unos humanos pequeñitos que habitaban el actual territorio sonorense, estaban en busca de agua, pues aún no existían los grandes ríos y un fuerte periodo de sequía golpeaba su entorno. Al pasar el tiempo y ante la desesperación, pidieron ayuda a distintas aves para que fueran al cielo a pedir agua al señor de la lluvia, pero éstas no lo lograron y entonces, un sapo se ofreció para hablar con él a nombre de todos los seres vivientes. Ese sapito logró que lloviera en abundancia, y con el agua caída se formó el río Yaqui, y los surem, al ser bautizados con esta agua se hicieron grandes y fuertes, convirtiéndose entonces en yaquis.

Dentro de su cosmogonía  la muerte se presenta como algo natural, una etapa transitoria, ya que consideran al alma como algo inmortal. El hombre viejo, el venado y el coyote son elementos esenciales. Al mundo le llaman Ania, pero existen varios mundos; el de los animales, de las plantas, de los minerales, de los sueños y el mundo de las flores.

 

Los yaquis cuentan con una sólida estructura política; tienen gobernantes propios a los que se conoce como la Autoridad Tradicional. La tribu yaqui se integra por ocho pueblos:  Cócorit, Bácum, Vícam, Pótam, Tórim, Huírivis, Ráhum y Belem. En la tribu yaqui nadie manda solo, sino por consensos entre Autoridades Tradicionales y la Tropa.

Cuentan con tres estructuras de poder: el religioso, el político y el militar; los tres operan de forma similar a una estructura de Estado-Nación, con particularidades propias. Dentro de estos espacios se habla totalmente en yaqui, con la intención de que el yori no sepa qué decisiones se están tomando.

Si les permitieron la entrada a los jesuitas fue con la condición de mantener sus tradiciones espirituales, sobre todo aquellas como la danza del venado y de pascola, que no tienen absolutamente nada que ver con el cristianismo.

 

La bandera yaqui tiene los siguientes significados: el azul, la fortaleza del pueblo cubierto con el manto azul del cielo; el blanco es la pureza de la sangre de raza yaqui; el Sol es el Dios Padre que ilumina y da vida a la raza; la Luna es la Diosa Madre que los protege de noche y de día; las estrellas son los espíritus que vigilan desde el más allá los cuatro puntos cardinales del territorio Yaqui; la Cruz es la nueva religión del Yaqui, y el rojo la sangre

que derramaron por la defensa de su territorio y autonomía como nación.

 

 

 

El poeta bonaerense Eduardo Mosches [24 de enero de 1944] afirma que ”Las lenguas originarias representan el modo en que una cultura del pasado remoto pensaba y leía el mundo natural, humano y sobrehumano. Y en el hoy de las mismas representan la vitalidad e intensidad creativa. Cuando muere una lengua se pierde toda una cosmovisión y eso es irrecuperable”.

Cuando los capitanes yaquis otorgan una investidura militar a sus guerreros les leen en voz alta el siguiente:

 

Juramento Yaqui

 

Para ti no habrá ya sol.

Para ti no habrá ya noche.

Para ti no habrá ya muerte.

Para ti no habrá dolor.

Para ti no habrá ya calor,

ni sed, ni hambre,

ni lluvia, ni aire,

ni enfermedad, ni familia.

 

Nada podrá atemorizarte.

Todo ha concluido para ti,

Excepto una cosa:

El cumplimiento del deber,

en el puesto que se te designe,

allí  quedarás por la defensa de tu nación,

de tu pueblo, de tu raza,

de tus costumbres, de tu religión.

 

¿Juras cumplir con el mandato divino?

 

Los guerreros, con la cabeza baja responden:

Eehui: Sí.

Tal y como lo hicieron El indio Cajeme, Tetabiate, Muni, Mori, Sibalaume  y otros, que defendieron a su tribu contra la guerra de exterminio y deportaciones a Oaxaca y Yucatán, donde eran vendidos como esclavos a 65 pesos, sin importar si eran jóvenes, maduros, ancianos, mujeres o niños. Por tal motivo, la madre yaqui les enseñaba el siguiente poema a sus hijos:

El Yori

 

Odien al yori,

porque éste ha matado a los padres,

a los abuelos, a los hermanos

y a los parientes.

 

El yori, es el que siempre

nos ha hecho daño con las guerras,

nos a quitado las tierras, las cosechas,

el ganado, los pastos y las maderas,

sometiéndonos a toda clase de torturas y vejaciones.

 

 

 

Poema romántico de Santos García Wikit, poeta, maestro y escritor de origen yoeme.

 

Henchi Née wáata

 

Túsi obiachi henchi wáata bétichivo
Ïi júnen taka juni née henchi wáata,
Henchi née huata káa nokimmea,
Káa henchi ten liutáka, káa ét mammakái,
Kía née henchi wàata
Henchí née ine-a káa henchí jippuekái,
Síime bél-leekataná née henchí wéiya,
Chókimpo chíkti née henchí bichá,
Bawémpo, tèekapo, Ii júnen taka juni née henchi wàata,
Empo jéeka-e, júu yuku,
Ájta júmee báam in jée –e-úm,
Si obiachi henchí wàata née betchi,
Ii júnen táka júni née hechí wáata,
Kía née henchí wáata,
Mék.ka.e néu áanee, sin mék-ka,
Katée áa joótu
Ii júnen táka júni née henchí wàata.

 

Te quiero

 

Es tan difícil quererte
y sin embargo te quiero,
te quiero sin palabras,
sin besos, sin caricias.
te quiero solamente,
te siento sin tenerte,
a todas partes te llevo,
y te veo en las estrellas,
en las olas, en el cielo
y sin embargo te quiero.
Eres el viento, la lluvia,
y hasta el agua que bebo,
qué difícil es quererte,
y sin embargo te quiero
te quiero solamente,
estas tan lejos, tan lejos,
y eres imposible,

y sin embargo te quiero.

Fabricio Alvarado Cajeme es un poeta que retransmite la tradición oral yaqui a través de sus poemas. He aquí unos fragmentos:

 

Vida [fragmento]
Creo que la existencia, es demasiado corta
como para descubrir todos los misterios que conllevas.
entre uno de ellos me cuento yo.

Sin ti no sería nada, ni polvo…

 

Te daré gracias, cuando mire en el cielo las estrellas.
Trataré de llenarme de ti en todo momento.

Disfrutaré de tus formas, de tus valles…

Eres las flores, eres la luna y las aves.
Eres las nubes, eres el aire.
 

Ocaso [Fragmento]

Caminaré y esperaré sentado.
Sólo miraré a mi espíritu, desenvolverse en el intento.
Lo miraré para poder volar en el mundo del ensueño.

Hoy fue así,

hoy hubo noche
hoy hubo día
hoy fui el universo, tratando de tomar conciencia de sí.

 

Mukia [Fragmento]
Los que ya están muertos

Ellos, volverán al templo de los sueños.
Los que ya están muertos, regresarán del mundo de la tierra
para vagar por los cuatro rumbos, por los cuatro vientos.

La luna y el sol volverán a estar juntos,
todo volverá a ser uno
como al principio de los tiempos.

Cuando todo esté otra vez junto
el gran espíritu maaso asolaa (venado)
volverá a correr por las realidades del mundo,
volverá a correr por los senderos del tiempo…

 

Canto

Estribillo del venadito [Que para ellos es la flor del monte]

 

Víbora de cascabel
Me encuentro bajo las ramas
haciendo sonar mi cascabel con mi cuerpo rayado.
Allá va el hermanito-flor
por entre las ramas del monte.

Chupamirto
Me gusta esa flor del campo,
por eso estoy dando vueltas a su alrededor.
Allá va el hermanito-flor
por entre las ramas del monte.

Coyote
Siendo un coyote gris ando por el bosque.
Hago ruidos leves con las ramas.
Allá va el hermanito-flor
por entre las ramas del monte.

 

 

Si se me permite una digresión:

La  mujer sonorense  desde siempre ha sido considerada como una de las más hermosas del país; tales como María Félix, Columba Domínguez, Silvia Pinal,  Alicia Encinas, etc.

Otra preciosa sonorense fue la Sra. Amparo Escalante Montijo,  esposa del Vicepresidente de México, Ramón Corral. Ella era considerada como una de las bellezas nacionales del siglo XIX,  a quien la sociedad de su tiempo la comparaba  con la Zarina Alexandra Románova, esposa del Zar Nicolás II de Rusia.

 

Y ante tan agradable panorama, nuestro poeta nayarita Amado Nervo [1867 -1919] fue incapaz de mantenerse ajeno a la belleza de las mujeres sonorenses, y en reconocimiento de ellas escribió  el cuento La yaqui hermosa, donde nos habla acerca de una joven mujer, que no pudo soportar haber sido separada violentamente de su novio, pues ella fue deportada a una hacienda de Campeche.

Enlodaba su cara para que no se percataran de su belleza. El patrón ordenó que le lavaran la cara y, al descubrir que era una hermosa mujer, le prometió su retorno a Sonora; sin embargo ya la nostalgia había hecho mella en la novia yaqui,  y se dejó morir de hambre y de tristeza.

 

Mónico Buitimea Gómez pertenece a la comunidad de Bataconcita, en el municipio de Bácum, Sonora. Desde los 8 años de edad compone canciones, poemas y narra historias en yaqui, inspirado en la naturaleza, el amor por los animales y el romanticismo.

Se encuentra en prensa su poemario Tekapoliawai,  tanto en su lengua materna como en español, que significa “Mi voz en el viento”.

Los 40 poemas que contendrá el libro hablan de la cultura de su pueblo, sus tradiciones, el amor de pareja, situaciones del pasado y del futuro, con la finalidad de preservar su lengua y las enseñanzas de sus antepasados.

 

Finalmente, sería injusto no mencionar la canción Flor de Capomo, que para los yaquis y sus descendientes representa todo un himno. El escritor, arquitecto y crítico de arte Francisco Sánchez L. investigó sobre esta canción, Flor de Capomo, es decir, Capo Sawa. Composición que narra el enamoramiento con una hermosa mujer yaqui del pueblo de Baátakomsikawi,  o sea, “Donde cayó el agua”,  ubicado sobre una ribera del río Yaqui.

El autor es Francisco Aldaco Mendoza, y la musa que lo inspiró fue una jovencita de entre quince y dieciséis años llamada Rosita Valencia,  apodada “La Niña”; una mujer yaqui pura, esbelta, trigueña. Y por esas cosas que llaman destino, jamás escuchó la canción pues

poco después se casó, procreó dos hijas y murió de parto en 1965. Fue sepultada en un llano solitario cerca de Switch Bácum. Una de sus hijas es maestra en Loma de Bácum.

 

Capo Sewa

Triguenita hermosa /tutulike yootu /Kapo sewata /benasi welame.

Inepo into ilitchi /enchi basilaroa /Enchi enamoraroaka /niba welama.

Yoko matchuko /ilitchi em joapo /nee yepsak Bankota /neu yechasaiwaateko.

Katee emo tiutuamta /benasi emo antua /Pake itom mala /kaita malisiaroane.

Inepointo ilitchi /binota nee jeeko /Cheane babaloreka /emak eteone.

Inepo into ilitchi /enchi basilaroa /Enchi enamoraroaka /niba welama.

 

 

Flor de Capomo

 

Trigueñita hermosa / linda vas creciendo, / como los capomos / que se encuentran en la flor.
Tú mi chiquitita / te ando vacilando, / te ando enamorando / con grande fervor.

Mañana o pasado / yo voy a tu casa, / tu mamá te ordena / una silla para mí.

Tú mi chiquitita / finge no mirarme, / ponte muy contenta / porque estoy aquí.

Trigueñita hermosa / cuando tomo vino, / siento tantas ganas / de contigo platicar.

Tú mi chiquitita / te ando vacilando, /  te ando enamorando / y en ti me pongo a pensar.
Mañana o pasado /yo voy a tu casa, / tu mamá te ordena / una silla para mí.

Tú mi chiquitita / finge no mirarme, / ponte muy contenta / porque estoy aquí.

 

REFERENCIAS

Monroy, Elis y Paredes, Heriberto. La tribu yaqui. Una historia incansable de lucha y resistencia. Capítulo Primero. Rescatado de https://subversiones.org/archivos/115349

ánchez L., Francisco. Poemas sobre la tribu yaqui de Sonora. Rescatado de

http://arkisanchez.blogdiario.com/1176944460/poemas-sobre-la-tribu-yaqui-de-sonora/

Varela R., Leticia T. La música en la vida de los yaquis, primera parte, Gobierno del Estado de Sonora,  Hermosillo, pp. 131-132.

Fierro Grossman, Rafael, https://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2017/06/la-casa-de-HYPERLINK “https://grandescasasdemexico.blogspot.mx/2017/06/la-casa-de-don-ramon-corral-verdugo-y.html”don-ramon-corral-verdugo-y.html

Echeverría, Mayra. Mónico es el poeta de los pueblos yaqui. Rescatado de https://www.elimparcial.com/sonora/sonora/Monico-es-el-poeta-de-los-pueblos-yaquis-20191211-0018.html

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